La identidad ha sido en los últimos tiempos un campo fértil para la investigación. Los fuertes procesos migratorios contemporáneos, los asentamientos urbanos en grandes concentraciones de grupos culturalmente diferenciados y la persistencia, y aun el crecimiento en números absolutos, de las poblaciones indígenas que conservan sus identidades particulares, han mantenido el centro de tensión en este punto. Sin embargo, su caracterización y su delimitación como campo de estudio enfrenta serios problemas. Aquí se abordarán algunos de ellos.
