A lo largo de mi carrera académica, los pueblos indígenas de México han sido el eje articulador de mis investigaciones; de allí la necesidad de analizarlos en la multidimensionalidad que los caracteriza en sus relaciones con el Estado y la sociedad nacionales, y el mundo globalizado que los enmarca.
Bajo esta óptica, he trabajado diversas dimensiones de su vida social, política, cultural e identitaria. En torno a las diversas dimensiones de los pueblos indígenas y sus relaciones con la sociedad nacional mexicana he trabajado la etnografía de ciertos pueblos indígenas, en contextos rurales, urbanos y de migración. A esta vertiente corresponden los trabajos sobre los mayas de Yucatán, los seris de Sonora, los mazahuas del Estado de México, y los relativos a los indígenas en Ciudad Juárez y la Ciudad de México.
He abordado también, las relaciones de los pueblos indígenas con la sociedad y el Estado nacionales, en dos dimensiones conflictivas: los procesos de construcción de la identidad nacional; y la creación de políticas e instituciones culturales que le dan solidez al proyecto nacional. A éste ámbito responden las publicaciones sobre cuestiones identitarias, patrimoniales, museísticas, de consumo cultural y políticas publicas.
Por otro lado, he analizado las relaciones estructurales y simbólicas de los pueblos indígenas con el Estado nacional, también en varias dimensiones: una, para comprender las peculiaridad de sus condiciones de asimetría y subordinación al Estado y la sociedad nacional; otra, para analizar las respuestas y las demandas de los pueblos indígenas ante dichas condiciones; y otra más, para analizar las propuestas societales de convivencia interétnica dentro del Estado mexicano.
Al respecto he publicado cuestiones teóricas e históricas sobre indigenismo, identidad, etnicidad, relaciones interétnicas, desigualdad y diferencia, interculturalidad, pluriculturalidad, multiculturalidad, diálogo de saberes, y el papel de la traducción, la hibridación y la autonomía en los proceso de interacción entre indígenas y no indígenas.
Finalmente me he enfocado en el estudio de la presencia sustantiva de los jóvenes indígenas en sus comunidades. Éste ha sido un tema ignorado por la antropología mexicana de finales del siglo XX y principios del XXI y por eso empecé a desarrollar esta temática y formulé la necesidade de construirla como un nuevo campo de investigación en la antropología y las ciencias sociales. Trato así de impulsar una mirada propiamente antropológica en torno a los jóvenes indígenas.
Mi último libro de autor único, Ser joven y ser maya en un mundo globalizado (2015) es producto de diez años de investigación en Yucatán, en los que tejo minuciosamente trabajo etnográfico y teórico para abordar las representaciones sociales, las dimensiones identitarias presentes en los jóvenes de origen maya y las relaciones interétnicas en las que viven y actúan. Dicho trabajo ha merecido el galardón de Mención Honorífica en el Premio Fray Bernardino de Sahagún a la mejor investigación antropológica.