En la Ciudad de México y su zona conurbada habitan alrededor de 20 millones de habitantes, de los cuáles 141,710 son indígenas que hablan casi todas las lenguas que existen en el país. A ellos se suman los habitantes de los pueblos llamados originarios o tradicionales en los que sus habitantes si bien ya no se autoconciben como indígenas tiene un origen prehispánico. La tendencia a la convivencia, a la confrontación y a la mezcla entre culturas e identidades diversas es, por tanto, un fenómeno de larga trayectoria. En este texto se reseña este proceso y se muestra la vigencia de la diversidad cultural que se confronta con la tendencia predominante a la homogenización cultural.
